La gratitud es una actitud vital, un compromiso de amor con aquello que recibimos. La gratitud tiene un poder infinito que tienes que entender para alcanzar cualquier cosa que desees en la vida.
Esto es algo de lo que tardé mucho en darme cuenta.
Cuando fui capaz de comprenderlo y practicarlo todo cambió.
Hasta entonces claro que había sido agradecida, pero lo «normal», mi orgullo tampoco me dejaba vivir en actitud de gratitud constante.
Si tú aún no vives en actitud de gratitud constante y no acabas de entender el poder infinito de la gratitud, quédate un rato conmigo que te voy a explicar cómo puede mejorar tu vida.
EL PODER DE LA «NO GRATITUD» Y CÓMO TE DESTRUYE
Tendemos a darle mucha importancia a las cosas que no tenemos:
- Nos quejamos de nuestro trabajo, nos quejamos de nuestra familia, de nuestra pareja…
- Nos quejamos cuando tenemos pareja y cuando no la tenemos también.
- Nos quejamos de nuestro trabajo, pero cuando no tenemos trabajo desearíamos tener el peor trabajo del mundo, pero tenerlo.
- Renegamos de nuestros padres y cuando nos faltan es difícil llenar ese vacío.
- Criticamos a nuestros amigos, a los vecinos, a los famosos de la tele…
Nuestro físico también es fuente continua de quejas:
– Estoy gorda/estoy flaca.
– Tengo canas/se me cae el pelo.
– Soy demasiado alta/soy demasiado baja.
– Tengo la piel grasa/tengo la piel seca.
Observa todas las quejas que viertes contra todo y contra todos y apúntalas en un papel.
Eso te hará ser más consciente de lo que te estoy diciendo.
No te quedes corta, apunta todo aquello por lo que te quejas continuamente.
Lo peor del asunto es que contra quien más quejas viertes es contra ti, ¿verdad?
Casi nada de lo que eres, tienes o piensas, te gusta. Pero esto no se lo cuentas a nadie, de puertas para afuera te muestras como una mujer completa que lo tiene todo controlado.
Como consecuencia, casi nada de lo que otros son, tienen o piensan, te gusta tampoco. Eso sí, no se te ocurra decírselo vaya que dejen de quererte. Tú sigue disimulando.
Pero en realidad eres una queja con patas…Te quejas para dentro, pero te quejas.
- Te castigas,
- te culpas
- y te maltratas…
Recordándote continuamente todo lo que no te gusta de ti y de tu entorno.
Ahora que estás aceptando lo que ocurre, imagina lo siguiente:
Un día cualquiera, estás de compras, pasas por en escaparate y te acuerdas de una amiga porque has visto un bolso que le encantaría.
Pasa y se lo compras.
Nada más salir de la tienda, vas corriendo a casa de tu amiga a darle la sorpresa: ¡Le has comprado un pedazo de bolso impresionante!
Llegas a su casa y llamas al timbre…2 minutos después te abre, en pijama, malhumorada porque la has levantado de la cama.
Te sientes un poco mal pero piensas: «Bueno, en cuanto vea el bolso que le he comprado se le pasa».
Tu amiga te deja entrar a regañadientes, y tú con toda tu ilusión pasa y te sientas en el sofá.
«Mira lo que te he traído», le dices super contenta mientras estiras los brazos para hacerle llegar tu regalo.
Ella lo mira con cara de pocos amigos, aún no se ha terminado de despertar, y lo abra con desgana.
Cuando por fin saca el bolso de su envoltorio, te dice: «Ah, muy bonito, pero este no es mi estilo, ¿con qué me lo pongo?».
¡Qué maja tu amiga!
Le traes un regalo con todo tu cariño, te trata fatal y encima se queja de que el bolso no es de su estilo…
¿Crees que tendrás ganas, la próxima vez, de volver a hacerle un regalo a esta amiga?
Pues eso mismo le pasa al Universo (Dios o quien sea) contigo. No para de mandarte cosas hermosas y tú las desprecias y te quejas, así que poco a poco deja de mandártelas. Total, si lo que te manda nunca te gusta…
Y llega un día en que te preguntas cómo es posible que nada de lo que deseas de verdad te salga bien. ¡Con lo muchísimo que tú te esfuerzas!
Decía Daniel Defoe: «Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos».
EL INFINITO PODER DE LA GRATITUD Clic para tuitear
CÓMO APROVECHAR EL PODER INFINITO DE LA GRATITUD Y ALCANZAR TODOS TUS OBJETIVOS
Pues, como digo muy a menudo: «Si quieres resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo».
Si quieres resultados diferentes no hagas siempre lo mismo. Clic para tuitearPrueba a cambiar de actitud a ver qué pasa…Aunque solo sea por probar.
Igual que cuando vas a una cafetería que no conoces porque la que te gusta no está abierta.
Date una oportunidad de probar a hacer las cosas de otra maenra.
Como dicen en este artículo: «las personas agradecidas son un 25% más felices». Creo que merece la pena intentarlo.
Eres tan afortunada por tantas cosas…¿Cómo es posible que no le des importancia?
El poder infinito de la gratitud va a transformar tu vida, ya verás.
CÓMO LLEVAR A LA PRÁCTICA EL PODER INFINITO DE LA GRATITUD
Por si no lo sabes, me gusta mucho hacer listas por escrito. Poner las cosas por escrito te va a facilitar darte cuenta de todo lo que habías pasado por alto.
También te va a posibilitar que cuando quieras echar la vista atrás y releas lo que un día escribiste, reconozcas y alabes tus progresos.
Así que sería genial que pudieras hacer una lista con todo aquello por lo que sientas que deberías estar agradecida.
¡Sí, ahora!
Cuando sientas que estás perdiendo demasiado tiempo y que la lista es muy larga, ¡estás en el buen camino!
Si por el contrario, te ha salido una lista realmente pequeña, es que tu problema es más grave de lo que pensaba.
Voy a hacer la lista contigo por si acaso:
– «Gracias por mi familia»:
Da igual la situación familiar que tengas. Si tienes familia, por poca que sea, ya tienes un motivo gigante para dar las gracias.
– «Gracias por mi cuerpo»:
¿No creerás que todo el mundo tiene un cuerpo como el tuyo?
Y no es que me esté agarrando a lo de «mal de muchos consuelo e tontos». Para nada.
Me estoy agarrando al hecho de que pienses que por traer ciertas cosas de serie no son motivo para expresar gratitud.
Tus piernas, brazos, ojos, cerebro, pulmones…Todo eso también merece tu gratiud.
Y sino..piensa en qué pasaría, no si tuvieras unas piernas más bonitas, sino si no las tuvieras.
Pero es que aunque no las tuvieras, tendrías otro medio millón de cosas por las que sentirte agradecida.
Sigamos…
– «Gracias por mi trabajo»:
Tanto si tienes un trabajo que odias como si no tienes trabajo, ambas situaciones son dignas de agradecer.
¿Por qué?
Porque al sentirte agradecida por eso que te gustaría cambiar, ¡ya estás más cerca de cambiarlo! Recuerda la ley de la atracción…
– «Gracias por este día»:
¡No tienes otro¡ Date cuenta de que ¡no tienes otro!
Este día es maravilloso porque es único. Una nueva oportunidad para vivir y soñar, para amarte y amar a los demás.
¡Un regalo que la vida te está dando, otra vez! ¿Acaso eres de las que no agradecen los regalos como le pasaba a la amiga del bolso?
Me atrevería a afirmar que no, ¡tú no eres de esas!
Como ves, la lista es interminable.
Podría darte mil motivos para estar agradecida y mil explicaciones que corroboren lo que te estoy intentando explicar, pero creo que es mucho mejor que lo compruebes por ti misma.
Piensa en lo que te pasa a ti cuando alguien te da las gracias por algo.
Te sientes muy bien ¿verdad?
Aunque te salga la falsa modestia de, «no hace falta que me des las gracias, si yo no he hecho nada especial…». En el fondo, y no tan en el fondo, te alegras de que te den las gracias, de sentirte valiosa, de haber hecho alguno bueno por esa persona.
Cuando alguien te da las gracias por algo, ¿no te dan más ganas de seguir haciendo cosas por ese alguien?
Al contrario que ocurre cuando te cruzas con personas desagradecidas… Vamos a usar otro ejemplo:
Imagina que vas a por un café y te acuerdas de que a tu compi de curro le encanta el café.
Entonces compras uno para ti y otro para esta persona.
Desinteresadamente, sólo porque te acordarte que a esta persona le gusta el café y le quieres hacer ese pequeño regalo.
Cuando llegas a su lado y se lo ofreces, comenta lo siguiente:
«Parece que le falta azúcar…sabe raro, ¿de dónde lo has comprado?, no me gusta tomar café a las 11, mi hora del café son las 11:45…»
¿Mañana a las 11:45 le vas a llevar otro café?
¡Mañana a las 11:45 le va a llevar un café su padre en bicicleta!
¿Me equivoco?
Pues aplícate el cuento que a ti te pasa lo mismo con el universo, que no ha parado de hacerte regalos desde que te conoce. Si no eres agradecida por todo lo que eres y tienes, no te va a dar nada más, ya te lo he contado antes.
No merece la pena estar haciendo regalos continuamente a una persona que no sabe valorarlos.
Primero que aprenda a valorar y agradecer, y luego ya veremos.
¿No sería eso lo que tú pensarías de tu compi del café?
¡Eso, o peor!, efectivamente.
Del mismo modo que si pensamos en la situación a la inversa:
Le llevas el café a tu compi y se rompe en halagos hacia ti.
«Oh Fulanita, ¿cómo sabes que me gusta el café?, cuánto te lo agradezco, estaba deseando tomarme uno. Ummmm, que rico. ¡Me acabas de alegrar la mañana! ¡Muchísimas gracias!»
¿A que te dan ganas de ponerle un piso en la playa?
Pues es lo mismo que pasa cuando le das las gracias al universo por todo lo que te ofrece.
CONCLUSIONES
Al sentirte agradecida por todo lo que se pone en tu camino, seguirás recibiendo montones de «regalos» inesperados.
Cada mañana, antes de salir de casa, acuérdate de todos los motivos que tienes para estar agradecida con la vida y da gracias por cada cosa, a cada paso, y sigue haciéndolo cada vez que encuentres un motivo.
Poco a poco se va a convertir en un hábito precioso, todo a tu alrededor tomará otro color.
El poder infinito de la gratitud te llenará el alma de alegría y bondad.
La gratitud es expande como el fuego y ya no hay quien la pare.
Sólo te va a traer cosas buenas.
¡Ahora a practicar!
GRACIAS POR LEERME,
GRACIAS POR SEGUIRME,
GRACIAS POR ESTAR A MI LADO,
GRACIAS POR COMPARTIR
PERO SOBRE TODO, GRACIAS POR SER TÚ